martes, 1 de septiembre de 2020

LA CORRUPCIÓN ES PATOLOGÍA SOCIAL QUE IMPIDE EL DESARROLLO Y SALUD DE LOS PUEBLOS

 

Breves crónicas en tiempos del COVID-19


El Círculo de Desarrollo Humano con Salud Holosergético (CIDEHUSH), como parte de su actividad, ha creado el programa Pedagogía Social que, entre sus fines está propender el desarrollo humano con salud, sin ninguna distinción de edad, sexo, clase económica, racial ni política.

Para cumplir con este propósito, ha creído conveniente orientarse con los criterios de desarrollo humano dados por el PNUD, que define al desarrollo humano, como “el proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades”. A dicho proceso lo componen el desarrollo social, el desarrollo económico y el desarrollo sostenible.

Debemos reflexionar que el desarrollo humano se refiere más a la efectividad e incremento de las capacidades esenciales humanas y no al acúmulo económico, que se lo debe tomar como parte importante, pero que es coadyuvante al desarrollo y salud personal y social.

Para cumplir con el rol coadyuvante al desarrollo, una nación o una parte de ésta, debe destinar, de manera efectiva y honesta, un porcentaje de sus recursos económicos, en el mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos. Para cumplir con estos objetivos, se debe crear las condiciones que satisfagan las necesidades fundamentales de la población y que se respeten sus derechos humanos.

El concepto de desarrollo humano, puede entenderse como una medida de la calidad de vida del ser humano en una nación o sociedad determinada, que se aleja de las consideraciones puramente económicas como son la medición del PBI (Producto Interno Bruto), por ejemplo.

Fue propuesto con esos fines por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, entidad internacional y multilateral encargada de medirlo, a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH) y su Informe Anual Mundial sobre el tema.

Debemos comprender que para que se produzca un desarrollo psicosocial, los elementos que componen el área psíquica de la sociedad, deben enmarcarse o desenvolverse en un proceso armónico y coherente para que sea un medio eficaz y positivo en el desarrollo tanto psíquico personal como social.

Es importante que reflexionemos que los pueblos que se han desarrollado, son los que han logrado tener una cultura, en base a un desarrollo psicosocial que permita el despegue tanto personal como social, que resuene armónica y dinámicamente, con la consecución de una buena calidad de vida de los miembros de una sociedad.

Nos orientamos con la axiología (teoría de valores) de la Disciplina Holosergética que dice que, bueno es todo lo que va en beneficio de la vida y malo es todo lo que va en contra de ésta.

Debemos recordar que, a la pedagogía social, la tomaremos como la metodología práctica vivencialista de adquisición de conocimientos, de una manera cognitiva simbólica mental transductiva, que permita la orientación conductual, que proteja de manera efectiva, la vida.

El CIDEHUSH toma como herramienta fundamental, para este sistema de aprendizaje, la Comunicación en Salud Holosergética, que la conceptúa como la investigación y el uso de estrategias de comunicación, para informar e influenciar en la conducta y decisiones personales y comunitarias, para mejorar la salud y el desarrollo humano. Por eso, los conocimientos que se imparten en pedagogía social holosergética del CIDEHUSH, son oportunos y toman vigencia en los momentos actuales del CODIV-19.

La consciencia nos permite crear y seguir reglamentaciones que nos protegen de las consecuencias distorsionantes del coronavirus sean éstas, físicas, mentales o sociales.  En lo físico, nos da las reglamentaciones de prevención sanitario-epidemiológicas para no infectarnos, que pone énfasis en el uso de la mascarilla, el lavado frecuente de las manos y el distanciamiento físico social. En lo mental, nos da las orientaciones para protegernos y superar problemas psicológicos producidos por la pérdida material, económica y, lo que es más grave, el riesgo de perder la vida; con la consciencia podemos enfrentar la sensación vivencial de soledad, estrés y depresión; además, podemos enfrentar el estado de indefensión que se ha producido por el hecho de que no exista una cura rápida, efectiva y oportuna contra el virus.

En estos tiempos debemos agudizar la capacidad de entender y reflexionar, que nos permita defender la vida humana, con posibilidad de desarrollo y funcionamiento armónico, que no presente interferencias, distorsiones ni perturbaciones, que son la causa de las enfermedades a nivel biológico; en el campo sociopolítico, las sociedades deben propender un desenvolvimiento social, que permita a las personas desenvolverse de manera equitativa, gozando de libertad y de derechos que protejan su existencia, pero que decir, aparecen personas que quieren para sí, todos los  beneficios de manera  exagerada, en detrimento de los derechos sociales y biológicos equilibrados de los demás; es allí donde se genera la corrupción, por la apreciación de una ambición desmedida y egoísta.

La corrupción ciega a las personas que están inmersas en ella, y en primer plano, se encuentran los politiqueros que están sufriendo de un proceso de desrealización, trastocando los principios de equidad y de justicia; quieren tener prebendas por representar y “sacrificarse” por los demás; ¡qué horror!, se sacrifican tomando los sagrados dineros de los jubilados que han ahorrado día a día, para prodigarse una aceptable calidad de vida en la vejez. No se puede concebir cómo una persona trate de poner a otras, en las peores condiciones, al sustraerse esos dineros, y más, qué consciencia puede tener una persona que toma  dineros que sirven para adquirir artículos de bioseguridad; no entienden o que pasa; son dependientes de la corrupción para prodigarse satisfacciones indebidas con dineros que no les ha costado el menor esfuerzo; allí ya se vio que hay un funcionario o funcionaria, que  distraía alegremente el dinero que servía para la compra de raciones alimenticias destinadas a satisfacer las necesidades primarias vitales de alimentación de personas vulnerables.

En muchas actividades que analicemos, de este mi querido Ecuador, hay falsedad, engaño y toda clase de corrupción; estoy por creer que los parámetros conductuales mentales, se están trastocando y que se está destruyendo la trama digna, equilibrada y honesta de nuestra sociedad; aquí se ve que esta sociedad está sufriendo una destrucción mental conductual por ver como normal, el proceder corrupto.

Estamos soportando el embate despiadado y desrealizante de la corrupción, que va en contra de la razón y de las actitudes honestas y transparentes; los corruptos creen que tenemos pocos horizontes de miras, que no tenemos el desarrollo mental suficiente; tratan de engañar a nuestra razón atacando a nuestra autoestima; todo esto se debe acabar, de una vez y por todas, fundiendo las costumbres en el crisol de la honestidad y transparencia; basta de engaños que insulten a nuestra razón; ya nos creyeron faltos de miras o cobardes; la valentía está en defender las buenas costumbres, en defensa de la buena calidad de vida de todos.

Recordemos lo que dijo un hombre sabio “los humanos, si queremos seguir existiendo, debemos cambiar nuestra manera de pensar”; es de nuestro criterio que debemos comenzar un proceso mental, que nos permita el auto conocimiento, que valore nuestras dimensiones reales para lograr un desenvolvimiento social adecuado.

Este proceso mental debe continuar con un autocontrol que nos permita tener actitudes dentro de la transparencia, libertad y honestidad en la sociedad.

En tercer término, debemos crear una autoestima de equilibrio y armonía ayudados por la concepción práctica del poder de la honradez.

El primer gran cambio que debemos hacer es procurar una armonía mental conceptual cognitiva, para ser equitativos y justos con uno, con las personas más allegadas, la familia, luego el barrio, la ciudad, el país y por qué no, con la humanidad.

 Hagamos el compromiso mental y espiritual de transparencia, verticalidad y honorabilidad, que se impregne en nuestras mentes para poder salir de este embrollo al que nos está llevando la corrupción. Pueblos donde reinaba la corrupción han salido adelante, justamente, aplicando medidas de mentalidad definida, legales, armónicas y fuertes, que orienten a la consecución de una buena calidad de vida, tanto biológica como social y mental. Es cuestión de resetear nuestras mentes con criterios de honradez, defendiendo a la naturaleza, a la vida y la cultura.

 

Dr. Fernando Guerrero Bz.

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