VIVENCIALISMOS

Dr. Fernando Guerrero Bz.

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¿Qué son los Vivencialismos?

Son Expresiones de la Experiencia Vital Consciente Humana. El vocablo vivencialismo proviene de la palabra vivencia que es el estado de vivir; así tenemos que vive un perro, vive un gato, vive la bacteria, vive una planta, pero la única entidad viviente que entiende que vive es el humano, transformándose la vivencia en vivencialista, experiencia que determina la posibilidad de crear los vivencialismos.

Debemos poner especial interés en el criterio vivencialista porque toma en cuenta la capacidad humana de entender y razonar que vive.

Entender es la facultad psíquica humana que nos permite tener una idea clara de una cosa o circunstancia; es la base de la conciencia.

El entender es lo que nos ha permitido crear cultura y civilización, orientarnos en la búsqueda de la realidad, así como también desenvolvernos asertivamente en la sociedad. Nos ha permitido reflexionar que lo más importante que poseemos los humanos es la vida; de esta manera crear una teoría de valores que jerarquiza prioritariamente a la vida en general y la vida humana en particular. Me parece inoficioso entrar en discusiones sin sentido que pretenden justificar las teorías socio-políticas económicas que son un albur superficial en contra de lo esencial que es el desenvolvimiento de la vida.

Por eso, cualquier actividad y criterio que destruya la vida debe ser desterrado de la condición humana.

Veo con mucha preocupación la conducta alienada en que va cayendo la sociedad contemporánea, que prioriza el factor materialista y económico a costa de mermar las condiciones que permiten la supervivencia esencial.

Es preciso mensionar que para vivir y pensar no se necesita permiso, autorización ni decreto; me expreso de esta manera porque hemos llegado a los tiempos de “intolerancia extrema”, de hostilidad al razonamiento y de adicción a la propaganda de por sí alienante, ya que induce a realizar actos que van en contra de nuestra propia vida y que nos tratan de imponer criterios que más importante es lo material y económico que la vida en general y la personal en particular.

Que horror, esta circunstancia me hace recordar la frase que dijo Einstein: “Que si el humano no cambia su manera de pensar está destinado a desaparecer”, y me da la inquietud de crear nuevos vocablos que determinen el destrozo y delitos contra la vida en sus distintas manifestaciones.

Permítanme reflexionar en varios hechos que determinan la destrucción de la vida.

Alguién que mata o destruye la vida de una persona comete homicidio convirtiéndose en homicida. La persona que destroza o mata a una etnia es etnicida; y si seguimos en esta línea de pensamiento, el que destruye o mata a la humanidad comete humanicidio, es por lo tanto un humanicida; yendo más allá, la persona que destruye la vida comete biocidio y se convierte en un biocida.

Con perplejidad observo como la vida en general y específicamente la humana, en la escala de valores ha descendido a niveles demenciales, que se va expresando en un alienante suicidio de la humanidad, por lo que debemos tomar la alternativa de la reeducación del ser humano, ya que hoy vivimos inmersos en nuestras penurias y luchas por una vida con salud, en un contexto sociocultural que nos deprime y resta energía vital mediante sistemas económicos distorsionados que dan prioridad tanto a la concentración económica de las empresas y el mercado y por otro lado, del estado, que dan las espaldas al verdadero desarrollo de la vida.

La salud debería ser el estado natural del ser humano. Esta salud, en las últimas décadas ha sido agredida por distintas prácticas culturales inadecuadas, ya que los sistemas modernos materialistas y consumistas nos fueron envolviendo. La salud debe ser vista como un sistema educativo cultural y holístico, ya que el ser humano es uno solo consigo mismo y el entorno; al decir holístico contempla los recursos que brinda la naturaleza en beneficio de la vida, que no podemos por caprichos o intereses económicos y materialistas destruirlos.

Debemos realizar grandes esfuerzos en equilibrar los factores de desarrollo vital con salud que determinen una buena adaptación y supervivencia, que tome en cuenta prácticas culturales que a diario es objeto el ser humano desde la gestación, hasta la infancia y adultez. Es deber ineludible de los médicos, contemplar la posibilidad de brindar alternativas de formación y educación a los padres, niños, jóvenes y adultos, a partir de saber como funciona el sistema humano y la influencia del entorno, y cuales son las causas originarias de las dolencias y enfermedades tanto psíquicas como somáticas, tales como disfunciones orgánicas, depresiones, dependencias, retardo en el aprendizaje, que van en un aumento escalofriante en el colectivo humano de sociedades materializadas, alejadas de la naturaleza y de las leyes o principios universales que nos rigen. Debemos ayudarnos con los principios de La Educación Vivencialista en Salud que propenden la Armonización Vital Holística del humano y su entorno.

El patrimonio natural más valioso del planeta tierra es el ser humano, pues sin él no tendría objeto la creación ni habría cultura; todo lo que contribuya a brindar el bienestar total del ser humano debe merecer nuestro apoyo decidido.

El ser humano está íntimamente relacionado con la naturaleza por lo cual debemos aprender a valorar cómo ésta incide en nuestro desarrollo vital.

Es necesario proporcionar a la socieda nuevas propuestas factibles y económicas como la Armonización Vital Holística Holosergética, para mejorar la calidad de vida de las personas, especialmente quienes viven en situaciones conflictivas, que son la mayoría.

Con el entendimiento que nos da el vivencialismo, reflexionemos que el esfuerzo mancomunado de todos debe propender a la defensa de la vida y parangonando a la filosofía, que es el amor a la sabiduría, podríamos calificarnos de filobios porque amamos la vida.

En los conflictos actuales existentes me imagino y escribo lo que le diría la naturaleza al humano:

Hoy humano cortaste mis pulmones

con esa máquina producto de tu invento

¡Qué ruido hacías¡ Taladraste el eco,

dejaste mi piel seca,

inerme al agua y al viento.

Surcos sin vida están en mi faz,

mi profunda herida es ácida como tu conciencia.

Olvida el orgullo de cemento, hierro y smog,

recuerda que tú me perteneces, no yo a tí,

tu castigo será mi muerte,

te pido juntemos equilibrio para dar vida.