En el marco de la Pedagogía Social y la Comunicación en Salud Holosergética,
me permito compartir con ustedes el siguiente artículo.
Autor: Dr. Fernando
Guerrero Bermúdez.
“EL QUE DUERME NO PECA”
Con el objetivo de
aclarar los criterios subjetivos que tratan de ofender a las personas que
duermen “mucho”, me permito recordar el dicho que dice “El que duerme no peca”.
Sí, es muy interesante
ya que existen estudios que determinan los beneficios de una buena siesta. Me
permito compartir con ustedes, queridos y respetados amigos, el Artículo
publicado por Mercedes Parra Gil en el número 108 de la revista Salud y Corazón, que corrobora los beneficios del dormir, como son:
Incrementa la creatividad
Cuando el cerebro está descansado y la producción de hormonas
está equilibrada, la memoria funciona a la perfección. Eso hace que la
imaginación sea más potente y nosotros, más creativos.
Ayuda a perder peso
La falta de sueño hace que los adipocitos (células grasas)
liberen menos leptina, la hormona supresora del apetito. El insomnio provoca,
además, que el estómago libere más grelina (la hormona del apetito). Ambas
acciones hacen que dormir poco se asocie a la obesidad.
Te hace estar más sano
Nuestro sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para
regenerarse, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y los gérmenes
que de forma continua nos amenazan. Con un sistema inmunitario débil tenemos
muchas menos posibilidades de superar con éxito las infecciones.
Mejora la memoria
Dormir fortalece las conexiones neuronales. Durante la fase
REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura,
transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. En la Universiad de Hafi (Israel) lo han
corroborado con los resultados de un estudio que afirma que una siesta de 90
minutos a media tarde ayuda a fijar los recuerdos y la destreza.
Protege el corazón
Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal
afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una
insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las
hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia
cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más
alto.
Reduce la depresión
Cuando dormimos, el cuerpo se relaja y eso facilita la
producción de melanina y serotonina. Estas hormonas contrarrestan los efectos
de las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y nos ayudan a ser más
felices y emocionalmente más fuertes. La falta de sueño provoca, por el
contrario, una liberación aumentada y sostenida de las hormonas del estrés.
Puedo concluir que el ser DORMILÓN no es una distorsión de
valores ni corrupción, sino más bien una actividad vital que protege la salud.
Saludos fraternos
Dr. FRGBz.
07/01/
20/20
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