martes, 5 de enero de 2021

IMPRESBLOG EDICION ESPECIAL

 





 

Editorial

 

Hoy que la masa informativa es inmensa, por el desarrollo tecnológico de los medios de comunicación, es importante que demos un giro para que la comunicación no solo sea informativa, sino que se convierta en formativa; en estudios actuales en el área cognitiva, se ha determinado que el proceso psicológico formativo, se efectiviza cuando las ideas y conceptos se perennizan en un impreso, ya que, por este medio, el poder significante de los conceptos y pensamientos se optimiza. Por eso, hemos creído conveniente crear el “Impresblog Quiteño”, impreso que será una herramienta valiosa para difundir criterios reflexivos formativos, enmarcados en la responsabilidad vital y social que debemos tener, como personas, en particular y, como entidad, en general; por eso en homenaje al ser humano excepcional que fuera Eugenio Espejo,  como médico, periodista y orientador social, nos es honroso poner a vuestra consideración, el programa “Pedagogía Social –Comunicación en Salud” que está desarrollando el Círculo de la Prensa, a través de su comisión de comunicación en salud y, como una herramienta coadyuvante en este desarrollo, se ha creado, precisamente, el “Impresblog Quiteño” que, en este número especial, versará sobre la “Mentalgrafía de Eugenio Espejo”, nuestro patrono.

 

Dr. Fernando Guerrero Bz.

Presidente de la Comisión de Comunicación en Salud del Círculo de la Prensa del Ecuador.

 

MENTALGRAFÍA DE EUGENIO ESPEJO

PATRONO DEL CÍRCULO DE LA PRENSA DEL ECUADOR

Dr. Fernando Guerrero



Como parte de la dimensión esencial del ser humano, no podemos soslayar su capacidad psíquica de entender, que es la que le ha permitido razonar y reflexionar, facultades que subyacen a la creación de cultura y civilización; además, con el entender, el ser humano ha podido sistematizar la filosofía y la ciencia, vivenciar el arte y orientar su desarrollo consciente en la sociedad; en definitiva, el entender es lo que caracteriza a la dimensión real humana.

 

Como proyección reflexiva, para poder valorar la herencia mental simbólica cognitiva de un personaje, el Posibilidalismo Holosergético propone la creación de la Mentalgrafía, que la define como la descripción ordenada y  sistémica, de la expresión vivencial mental simbólica cognitiva de la vida, pensamiento, ideas y obras de una persona, que de por sí se han convertido en mensaje significante, que ha logrado influenciar en el desenvolvimiento y desarrollo cultural de un pueblo; podemos decir que es una herencia mental orientadora.

 

Para desarrollar la Mentalgrafía de Eugenio Espejo, hemos creído conveniente, en primer término, apreciar la comunicación en salud en su obra que, en estos instantes de la pandemia COVID-19, cobra vigencia palpitante.

 

Es conveniente que sepamos qué es comunicación en salud y la relación que consideramos existe con la obra de este gran personaje. En esta apreciación, tomaremos criterios actuales, sin llegar al anacronismo (concepción crítica que pretende juzgar hechos del pasado valiéndose de conocimientos actuales), que pueden llevar a concebir criterios distorsionados, por lo que consideraremos sus ideas y sus obras bajo una óptica de herencia simbólica mental cognitiva mentalgráfica.

 

Se dice que la comunicación en salud es el estudio, la investigación y el uso de estrategias de comunicación, para informar e influenciar en la conducta y decisiones personales, para lograr un desarrollo con salud personal y social.

 

Para tener criterios de comunicación en salud, es conveniente reflexionar sobre nuestra capacidad psíquica de entender, que es la que nos permite tener una idea clara de una cosa o circunstancia y ha sido la base para la creación de cultura y civilización; además, el entender contribuye a que reflexionemos y podamos analizar nuestras condiciones vitales. Es por esta facultad psíquica, que podemos relacionar el fenómeno de la comunicación con la salud.

 

Puesto que la comunicación en salud es parte importante de la comunicación en general, es conveniente recordar qué es comunicación.

 

La importancia de la comunicación radica en que es consustancial a la vida humana.

 

El vocablo comunicación deriva del latín communicare, que significa “compartir algo, poner en común”; la comunicación, desde el punto de vista ontológico, considera que este compartir se da entre los componentes del Todo o Universo. La comunicación es consustancial a la realidad, porque ésta es la presencia efectiva de algo que puede dar o recibir información e influencia por resonancia; este factor es concurrente tanto para la realidad como para la comunicación, ya que la realidad y la comunicación se desenvuelven en campos energéticos vibracionales resonantes, ya que todo vibra en el Universo.

 

La comunicación influencia en gran medida en el desenvolvimiento de nuestra vida, por lo que debemos comprender cómo se transforma la información sensitiva vital cognitiva, para formar conceptos que son los que orientan nuestro comportamiento y conducta.

 

Siendo la comunicación un proceso esencial en la conducta humana, se hace necesario revisar conceptos actuales de neurociencia y conducta en este campo, dados por Rodolfo Llinás y Eric Kandel, que nos ayudan a esclarecer el proceso mental que crea imágenes y conceptos.

 

Rodolfo Llinás, en su libro “El cerebro y el mito del yo”, manifiesta que, “…desde mi perspectiva monista, el cerebro y la mente son eventos inseparables. Igual importancia que lo anterior tiene entender que la ‘mente’ o el estado mental, constituye tan solo uno de los grandes estados funcionales generados por el cerebro. Los estados mentales conscientes pertenecen a una clase de estados funcionales del cerebro, en los que se generan imágenes cognitivas sensomotoras, incluyendo la autoconciencia”. (Llinás. El cerebro y el mito del yo. 2003:1. Bogotá)

 

A continuación, Llinás manifiesta: “…Propongo que el estado mental represente o no (como en los sueños o lo imaginario) la realidad externa, ha evolucionado como un instrumento que implementa las interacciones predictivas y/o intencionales entre un organismo vivo y su medio ambiente; para que tales transacciones tengan éxito, se requiere un instrumento ‘precableado’, genéticamente transmitido, que genere imágenes internas del mundo externo... La predicción, función tan radicalmente diferente del reflejo, constituye la verdadera entraña de la función cerebral.”. (Llinás. El cerebro y el mito del yo. 2003: 4. Bogotá).

 

Llinás continúa diciendo: “…Dado que en general el cerebro opera como un sistema cerrado, debe considerársele como un emulador de la realidad y no como un simple traductor”. (Llinás. El cerebro y el mito del yo. 2003:16. Bogotá)

 

Para aclarar la función psíquica cognitiva que produce conceptos, también debemos considerar los criterios dados por Eric Kandel, premio Nobel de medicina del 2000, en su libro “Neurociencia y Conducta”, en este campo; cuando se refiere a la fusión del estudio de la conducta, la “ciencia de la mente”, con la neurociencia, “la ciencia del encéfalo”, manifiesta que “…el dogma central de dicha unificación es que lo que acostumbramos a llamar mente, consiste en una serie de funciones realizadas por el encéfalo. La acción del encéfalo subyace a toda conducta, no solo a las conductas motoras relativamente sencillas tales como andar y comer, sino a todos los actos cognitivos complejos que asociamos con la conducta específicamente humana, tales como pensar, hablar y crear obras de arte. Conforme a este punto de vista, los trastornos de comportamiento, que caracterizan a la enfermedad mental, son alteraciones de la función cerebral”. (Eric Kandel. Neurociencia y Conducta. 2000:5).

 

Los seres humanos somos una entidad biológica que orienta su conducta en base a conceptos; estos son estructuras energéticas simbólicas mentales cognitivas, por medio de las cuales comprendemos las experiencias y adquirimos conocimientos, de manera dinámica y acumulativa; la información significante, que es la que va a producir conceptos, proviene de la información de la función de adaptación, así como también, de la información cuando se adquiere nuevos conocimientos, en un proceso de interrelación y correlación con la memoria.

 

Estas construcciones mentales surgen por medio de la integración en clases o categorías, que agrupan nuevos conocimientos y nuevas experiencias con los conocimientos y experiencias almacenados en la memoria.

Al concepto se le considera una unidad cognitiva de significado; un contenido mental que a veces se define como una "unidad del conocimiento".

 

Podemos reflexionar que la obra y las ideas de Eugenio Espejo, como investigador, científico, médico, periodista, abogado, ensayista, tienen relación con lo que se denomina comunicación en salud, ya que su obra de investigación está orientada por lo que él llamaba “Reflexiones”, para posteriormente difundirlas con estrategias de comunicación de su tiempo, en beneficio de la salud personal y social.

 

En la obra de Espejo, podemos apreciar la comunicación en salud, ya que todas sus investigaciones las hizo de manera metódica y prolija, que daban resultados reales, que podían ser aplicados, ya que tenían una orientación en beneficio del desarrollo y salud de la sociedad. Esto, en gran medida, lo podemos apreciar en su obra enciclopédica “Reflexiones acerca de las viruelas”, que es un compendio de historia de la medicina de su tiempo, un tratado de higiene y ha sido considerado el primer documento de Medicina Social escrito en América India.

 

En 1785, se publica los resultados de su investigación Reflexiones acerca de un método para preservar a los pueblos de las viruelas; se puede decir que da lineamientos en el campo de la comunicación en salud, al cuestionar la higiene del ambiente quiteño y criticar la formación que recibían los médicos y sacerdotes, que estaban en la dirección del hospital de Quito; en esta publicación, se aprecia un gran contenido deontológico.

 

Al hacer una historia razonada del origen de las viruelas y su difusión por el mundo, Espejo dedujo el carácter eminentemente infecto-contagioso del mal y la necesidad de aislar a los enfermos.

 

La mente superior de Espejo se abona por su gran ilustración, es así como, a sus criterios suma las ideas de Sydenham, médico inglés famoso, que dice que las epidemias deben producirse por miasmas, es decir, por causas no bien conocidas, ocultas en el suelo, activas en determinados momentos, de "constitución epidémica" o de "genio epidémico", que al estallar dan a las afecciones coetáneas aspecto-semejante.

 

Espejo interpreta a Sydenham que dice, que la causa de las epidemias está en la pésima constitución del aire. A partir de este criterio, Espejo agrega que sólo en este elemento y en sus mutaciones debe residir la causa de las epidemias. "Y a decir verdad, agrega, la atmósfera que nos circunda, debe tener un influjo muy poderoso sobre nuestros cuerpos para causarles sensibilísimas alteraciones".

 

Pero Espejo va más allá: "Ahora, si a esta atmósfera se le une una porción de vapores podridos, será inevitable que contraiga una naturaleza maligna y contraria a la constitución de la sangre: esto bastará para que se suscite una enfermedad epidémica, cuyos síntomas corresponden a la calidad propia del veneno inspirado por los pulmones y derramado en todas las entrañas". Pero los efectos son distintos en cada caso, y cada enfermedad afecta específicamente tales regiones y órganos. Y entonces Espejo pregunta: "¿Quién podrá comprender el misterio de que, en semejantes ocasiones, el aire venenoso determine a ciertas partes del cuerpo y no a otras, sus tiros perjudiciales?" Y él mismo se contesta: "Los físicos se esfuerzan por atribuir este fenómeno a la diversa configuración de las moléculas pestilenciales y a la capacidad diversísima de los diámetros que constituyen la superficie de las fibras del cuerpo. Un glóbulo, pues, entrará bien por un poro orbicular; un corpúsculo cuadrado, por un diámetro de la misma figura. Así las cantáridas insinúan sus partículas en los órganos que sirven a la filtración de la orina; el mercurio donde quiera que se aplique, sube a las fauces y a las glándulas salivares, a pesar de su conocida gravedad; el acíbar se fija más bien en el hígado, que no en el bazo, etc. Y así respectivamente con los venenos y los medicamentos sucede lo mismo".

 

Espejo tiene un interés muy importante en la relación recíproca entre esos elementos extraños al ser y el ser mismo, la interacción que entre ellos se produce. "¿De dónde sabremos, se pregunta, evidentemente que pase en este recíproco mecanismo, así de la acción de aquéllos, como de la reacción de los resortes de la máquina animal?"

 

Este gran investigador da criterios sobre ideas universales sobre las epidemias, al manifestar:  "...toda especie viviente padece su epidemia y muerte en una general revolución, que llega a conmover la armonía de los sólidos y líquidos. Lo más que se puede inferir de aquí es que hay tósigos en la atmósfera adecuados a los individuos de cada especie racional o bruta, pero habrá estación en que el aire contraiga una pestilencia que ataque simultáneamente al hombre y brutos, a vivientes e insensibles: entonces la epidemia es universal".

 

Espejo concluye que: "De esta manera, toda la masa de aire no es más que un vehículo, apto para trasmitir en vago hacia diversos puntos la heterogeneidad de que está recargado. Luego el aire mismo no es la causa inmediata de las enfermedades, especialmente de las epidémicas; y esas partículas, que hacen el contagio, son otros tantos ´cuerpecillos´ distintos del fluido elemental elástico que llamamos aire. Luego es necesaria la ´conmistión´ de aquéllos y de éste, para que resulten esos maravillosos fenómenos, que aparecen de cuando en cuando para terror y ruina de los mortales".

 

Y sin poder llegar a los "cuerpecillos", sin un microscopio, Espejo se pregunta: "¿Cómo hemos de saber qué figura tengan ellos o qué naturaleza?", por lo que hay el criterio de que él llegó a las puertas de la Microbiología.

 

Pero su poderosa intuición lo conduce aún más lejos: "En la casi infinita variedad de esos atomillos vivientes, se tiene un admirable recurso para explicar la prodigiosa multitud de epidemias tan diferentes, y de síntomas tan varios que se ofrecen a la observación. La dificultad más insuperable es la que causa la viruela, asistiendo a casi todos los que no probaron su contagio, y perdonando también a casi todos los que ya la habían padecido. ¿A dónde está el ingenio luminoso que pueda penetrar estos arcanos?"

 

De una vez quedan planteadas la infinita variedad viral y bacterial y la inmunidad a la reinfección.

 

Un siglo después de estas ideas magistrales de Espejo, Pasteur establece la tesis que esos atomillos vivientes existen y que son efectivamente los agentes patógenos.

 

Espejo también hizo investigaciones sobre la sífilis y su origen, y refuta a quienes atribuyen el origen americano de esta enfermedad y da reflexiones orientadoras que concluyen que esta enfermedad llegó a América con los colonizadores hispano-lusitanos.

 

Preocupado siempre de la salud pública, consciente de las proyecciones del mal y su extensión, Espejo plantea a las autoridades civiles la iniciación, de la lucha antivenérea, al tiempo que recomienda a los médicos severas medidas profilácticas.

 

En sus estudios e investigaciones sobre la lepra, define la enfermedad como "una corrupción de humores que reproduce cierta especie de insectos que se anidan debajo de la cutícula y roen el cutis mismo y todas las partes carnosas internas", y afirma que su contagio no se produce por el aire:  "... no hay duda de que viene de fuera, de las aguas, el alimento, la ropa y el trato de las personas que la padecen". Pero advierte que cualquiera que sea la causa del contagio, "ella es débil, insubsistente, a presencia del ambiente frío y capaz de perder luego su fuerza venenosa". Por el contrario, "los países calientes son los que la abrigan".

 

Espejo recomienda a las autoridades aislar a los enfermos y hasta proyecta un leprocomio.

 

En otra genialidad de sus pensamientos orientados a la salud pública, propone censar a los enfermos de Quito, que se hace inviable por falta de apoyo de sus colegas, que mal disimulan su disgusto frente a sus iniciativas.

 

También se preocupa Espejo del cáncer y la tuberculosis.

 

Sobre el cáncer dice poco en verdad, pero describe con gran acierto el cáncer uterino, e igual que en los casos precedentes, recomienda el aislamiento del enfermo y la incineración de sus pertenencias.

 

De la tuberculosis reconoce que es eminentemente contagiosa. Pide la intervención de la Policía Médica y sugiere la fumigación y la pintura con cal de la vivienda del tuberculoso decesado.

 

A Eugenio Espejo se le debe considerar como un salubrista precursor de la salud pública, pues en materia de higiene y sanidad públicas, no reporta la historia latinoamericana otra figura tan llena de preocupación por el estado de las ciudades, la pureza del aire que respira la población, el cuidado de las viviendas, el aseo de las calles, la recolección de la basura, la crianza de animales, la limpieza en los templos y conventos, la calidad de los alimentos al expendio, la reforma de las costumbres, la educación de los hábitos, etc. Y no sólo señaló en su estudio el mal y sus orígenes, también sugirió medidas concretas, y algunas veces hasta formuló ordenanzas, cuya aplicación dio magníficos resultados.

 

Como podemos apreciar, las ideas y la obra de Espejo, y su aplicación práctica, caen en el campo de la comunicación en salud, porque abarca el estudio, la investigación y el uso de estrategias de comunicación de su tiempo, para informar e influenciar en la conducta y decisiones personales y sociales para preservar y mejorar la salud.

 

No podemos dejar de mencionar la personalidad multifacética de Eugenio Espejo como investigador, científico, médico, periodista, abogado, ensayista; sus criterios estuvieron influenciados por la Ilustración y la formación iniciática esotérica, que lo demuestra porque su comunicación, en lo posible, pretendía que sea real, oportuna y orientadora. Estas características de su comunicación, le llevaron muchas veces, a ser confrontativo y lo demuestra al expresar: “Estamos destituidos de educación. Sería adulación, vil lisonja, llamar a los quiteños ilustrados, sabios, ricos y felices. No lo sois: hablemos con el idioma de la escritura santa; vivimos en la más grosera ignorancia y la miseria más deplorable”. (Eugenio de Santa Cruz y Espejo/Primicias de la Cultura de Quito, p. 136).

 

 

Espejo toma al periodismo como una labor pedagógica, pensaba que la comunicación debía educar para procurar un desarrollo con libertad y buenas costumbres.

 

Con su personalidad de entrega en beneficio de la humanidad, en su comunicación siempre dio un mensaje positivo para el mejoramiento de la intelectualidad y las costumbres de los quiteños. Vemos que en “El Nuevo Luciano de Quito”, propende al estudio de la literatura.

 

El 5 de enero de 1792, Espejo publicó “Primicias de la cultura de Quito”; es la primera publicación que apareció en la antigua Presidencia de Quito, y fue editada bajo los auspicios de la Escuela de la Concordia; a través de sus páginas se hicieron importantes reflexiones morales y disquisiciones filosóficas, así como recomendaciones y consejos sobre salubridad, higiene, buenas costumbres, etc. Apareció quincenalmente bajo el espíritu impulsador de Eugenio Espejo; su publicación fue acogida con frialdad y propició que fuera objeto de persecución inculpándole de panfletario y revolucionario.

 

Espejo decía que “la prensa es el depósito del tesoro intelectual. Repongamos en este, el caudal respectivo o los efectos preciosos de nuestros talentos”. Sobre su rol educativo afirmaba: “Me he propuesto, pues, escribir siempre cosas útiles y que conduzcan inevitablemente a la educación pública de Quito”.

 

Reflexionemos que el mensaje que da Espejo en su herencia mental cognitiva, orienta a procurar un desarrollo personal con salud, para disfrutar de una buena calidad de vida.

 

Fuentes de Información:

López, Sánchez José. “Ensayos científicos escritos en homenaje a Tomás Romay”.  Academia de Ciencias de Cuba, La Habana. 1968: 143-154.

 Llinás, Rodolfo. “El Cerebro y el Mito del Yo”. Editorial Norma. 2003. Bogotá.

 Kandel, Eric. “Neurociencia y Conducta”. Peñalara S. A. 2000. España-

 

 Nuevos Rumbos del Círculo

Importancia de la Comunicación en la vida del ser humano



“Lo más importante que poseemos los seres humanos en la vida, es la vida misma”

Dr. Fernando Guerrero Bz.

 

“La vida debe ser consciente y con posibilidad de desarrollo”.

Dr. Fernando Guerrero Bz.

 

“No puede existir desarrollo con salud sin la concurrencia de la comunicación”.

Dr. Fernando Guerrero Bz.

La comunicación es consustancial a la existencia humana y se encuentra depositada en su memoria autogénica que es, material genética, energética, evolutiva y de adaptación perenne.

 

Según la Filosofía Posibilidalista Holosergética, la realidad del funcionamiento de la vida humana, es el perenne cambio entre Posibilidad Inmanente Potencial indefinida y Posibilidad Efectiva Real definida; este cambio debe ser coherente (que tiene una meta definida) y armónico (equilibrio de las partes con el todo). Esto se ve a aprecia a todo nivel, sea de Respuesta Adaptativa Vital Esencial o de Respuesta Adaptativa Vital Complementaria, condicionada a lo sociocultural. Cuando se desarmoniza la Respuesta Adaptativa Vital Esencial, aparecen las enfermedades y cuando se desarmoniza, la Respuesta Adaptativa Vital Complementaria condicionada a lo sociocultural, se dan los conflictos sociales.

El mensaje es armonizar los dos tipos de respuesta vital, que es la orientación que ha tomado el Círculo de la Prensa en sus programas de Pedagogía Social - Comunicación en Salud, para dar cumplimiento a la responsabilidad vital personal, en particular y social, en general.

 

Aprovechamos la oportunidad para desearles un feliz año 2021. 

 

Ing. Tannhauser Arévalo Gordón

Presidente del Círculo de la Prensa del Ecuador

 

Dr. Fernando Guerrero Bermúdez

Vicepresidente del Círculo de la Prensa del Ecuador 



No hay comentarios:

Publicar un comentario