Breves crónicas en tiempos
del COVID-19
Queridos y respetados amigos,
Permítanme
compartir con ustedes, sugerencias para enfrentar la corrupción.
LA CORRUPCIÓN ES MALA PORQUE VA CONTRA LA VIDA
En estos tiempos se ha agudizado la capacidad de entender y
reflexionar; es así como, para que exista vida humana con posibilidad de
desarrollo, debe tener un funcionamiento armónico, que no presente
interferencias, distorsiones ni perturbaciones, que son la causa de las
enfermedades a nivel biológico; en el campo sociopolítico, las sociedades deben
propender un desenvolvimiento social, que permita a las personas desenvolverse
de manera equitativa, gozando de libertad y de derechos que protejan su
existencia, pero que decir, aparecen personas que quieren para sí, todos
los beneficios de manera exagerada, en detrimento de los derechos
sociales y biológicos equilibrados de los demás; es allí donde se genera la
corrupción, por la apreciación de una ambición desmedida y egoísta.
La corrupción ciega a las personas que están inmersas en
ella, y en primer plano, se encuentran los politiqueros que están sufriendo de
un proceso de desrealización, trastocando los principios de equidad y de
justicia; quieren tener prebendas por representar y “sacrificarse” por los
demás; ¡qué horror!, se sacrifican tomando los sagrados dineros de los
jubilados que han ahorrado día a día, para prodigarse una aceptable calidad de
vida en la vejez. No se puede concebir cómo una persona trate de poner en las
peores condiciones, al sustraerse esos dineros, y más, qué consciencia puede
tener una persona que toma dineros que
sirven para elementos de bioseguridad; no entienden o que pasa; son dependientes
de la corrupción para prodigarse satisfacciones indebidas con dineros que no
les ha costado el menor esfuerzo; allí ya se vio que hay un funcionario o
funcionaria, que distraía alegremente el
dinero que servía para la compra de raciones alimenticias que satisfagan las
necesidades primarias vitales de alimentación.
En cualquier actividad que analicemos, de este mi querido
Ecuador, hay falsedad, engaño y toda clase de corrupción; estoy por creer que
los parámetros conductuales mentales, se están trastocando y que se está
destruyendo la trama digna, equilibrada y honesta de nuestra sociedad; aquí se
ve que esta sociedad está sufriendo una destrucción mental conductual por ver
como normal, el proceder corrupto.
Recordemos lo que dijo un hombre sabio “los humanos, si
queremos seguir existiendo, debemos cambiar nuestra manera de pensar”.
Cómo podemos soportar que, en un país tan pequeño, existan
más de 18 precandidatos a la presidencia; eso denota que nadie tiene un
autoconocimiento de su persona y su insensato grupo, que pueda analizar sus
posibilidades reales de dirigir y orientar a la patria.
Cómo puede haber un autocontrol si están en una carrera
desbocada de impunidad y engaño.
Cómo podemos hablar del auto estima de estas personas y su deshonesto
grupo, si lo que quieren es el dinero fácil, mal habido para dar rienda suelta
a sus distorsionados criterios de desenvolvimiento exitoso por tener dinero que
no les costó el menor esfuerzo.
El primer gran cambio que debemos hacer es procurar una
armonía mental conceptual cognitiva, para ser equitativos y justos con uno, con
las personas más allegadas, la familia, luego el barrio, la ciudad, el país y por
qué no, con la humanidad.
Hagamos el compromiso mental y espiritual de transparencia,
verticalidad y honorabilidad, que se impregne en nuestras mentes para poder
salir de este embrollo al que nos está llevando la corrupción. Pueblos que eran
corruptos han salido adelante, justamente, aplicando medidas de mentalidad
definida, legales, armónicas y fuertes, que orienten a la consecución de una
buena vida, tanto biológica como social y mental. Es cuestión de resetear
nuestras mentes con criterios de honradez, defendiendo a la naturaleza, a la
vida y la cultura.
Dr. Fernando Guerrero Bermúdez
Poeta de la vida.
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