Lo más importante que poseemos los seres humanos
en la vida, es la vida misma, pero ésta debe tener un funcionamiento armónico y
coherente, para que tenga la posibilidad de desarrollarse con salud. Si podemos
llegar a estos criterios, es porque poseemos la facultad psíquica de entender,
que nos permite dar sentido conceptual a las percepciones y a las ideas.
El entendimiento le ha permitido al ser humano,
crear cultura y civilización y reflexionar acerca de las más variadas apreciaciones
que caen en el campo de la subjetividad.
A través del tiempo, el ser humano ha dado las
más variadas respuestas a interrogantes que afectan a su vida; estas respuestas
han estado en concordancia con su grado de desarrollo mental, científico,
tecnológico y vivencial.
La Disciplina Holosergética, que es filosofía,
ciencia y arte del vivir armónico, nos da conocimientos, saberes y estrategias
vivencialistas, para que el ser humano optimice su función vital y logre un
desarrollo efectivo con salud.
Lo que anima fundamentalmente a la Disciplina
Holosergética, es que todo su mensaje se desarrolle en el marco de una realidad
vivencialista, comprobable con los sistemas de verificabilidad de ciencia y
evidencia vital, que toman en cuenta que realidad es la presencia efectiva de
algo que puede dar o recibir información e influencia por resonancia.
Como médico,
con formación académica de concepción Alopática (medicina oficial académica
científica) y la inmensa responsabilidad de “curar” a las personas que acudían
a mí, para que les de solución al quebranto de su salud, tomé conciencia de
varios conceptos recibidos en mi carrera universitaria, como por ejemplo la que
dice, que ningún medicamento crea función,
así como también de otros conocimientos
acumulados a lo largo de mi práctica profesional, que resaltan la gran
capacidad que tiene el organismo de autocurarse y la capacidad de resiliencia[1]
y adaptación del organismo, concordante con la capacidad plástica y de sinapsar[2]
de las neuronas y el cerebro; también comprendí la importancia de la función de
correlación[3] biológica, que
permite la armonía de los campos energéticos multidimensionales resonantes de
la persona, para que su sistema biológico decurra con salud.
Reflexioné
que no se puede sanar a la persona curándole, tomando el criterio de segmentar su
ser, ya que el milagro de la vida es la interrelación y correlación energética materio-funcional
de todas y cada una de sus partes, para dar una función superior. Comprendí que
la dinámica de la función vital, es el
cumplimiento al reto de adaptación y supervivencia de la materia orgánica
genética con el medio cambiante, tanto interno como externo, confirmando la
importancia de la correlación genética con los factores cambiantes del medio.
Reflexioné sobre la capacidad psíquica de
entender del ser humano, que es la que le permite orientar su conducta y que le
lleva a comprender los profundos misterios de la realidad multidimensional,
concernientes al universo, a la mente, a la vida y al origen del ser humano,
trascendiendo las filosofías y creencias. Comprendí la necesidad de que la
educación, aborde el estudio de las características cerebrales, mentales y
culturales con conocimientos actuales y, como la vida del ser humano y su mente,
tienen el gran poder de síntesis y adaptación frente a la gran influencia e
información del medio natural y social; también reflexioné que el entendimiento
le ha permitido al ser humano, comprender los complejos destinos de la vida y
la muerte y que la educación debe empeñarse en dar estrategias y principios,
para afrontar los riesgos de lo inesperado y modificar actitudes en virtud de
las informaciones evolutivas de la existencia.
También comprendí la importancia decisiva en la
vida humana, de la comunicación, la educación y la salud.
Pensé que la Disciplina, debía estar orientada
con principios y saberes que permitan la concepción de una nueva dimensión
humana, que rescate la integridad de la vida, la mente y la conciencia.
Reflexioné
que se debía comenzar teniendo una concepción de lo que existe, acorde con los conocimientos
actuales de la física y la mecánica cuántica; pensé que lo que existe, es la Posibilidad
de Información Holística Universal, que es la posibilidad o potencialidad del origen
de todo; al ser posibilidad tiene el atractor o tendencia a ser
partícula-información; cuando esta posibilidad deviene en información, es
realidad energética estructurada en cuantos, que es la mínima cantidad de
energía que puede emitir o absorber un sistema, que según la constante de Max
Plank relaciona la acción con el tiempo y espacio y está en el orden de 10-27
mm; se interpreta al cuanto como una esfera energética adimensional de
información. Los cuantos ya son realidad, porque son la presencia efectiva de
algo que puede dar o recibir información por resonancia.
El cuanto, al
ser la mínima cantidad de energía, es onda y partícula; la onda es información
perenne y la partícula es la memoria de la energía; esta partícula es la que sigue
la segunda ley de la Termodinámica[4], la cual dice que todo en el
Universo va al desorden, característica que determina la evolución material.
Además debía
tener presente la primera ley de la Termodinámica, que dice que nada se crea,
nada se destruye, todo se transforma; esta transformación se da mediante la
correlación de una onda-partícula con otras; la onda es la información perenne
y la manera como la energía se traslada de un lugar a otro; la partícula es la
memoria de la energía.
Así, tomé
conciencia que debía sistematizar una “Disciplina”,
que correlacione y compendie conocimientos y saberes filosóficos, científicos y
artísticos de estrategias vitales, para que utilizados en la práctica, se logre
la armonización vital holística de las personas para su revitalización y
desarrollo con salud.
Los
conocimientos de esta Disciplina debían estar en concordancia con el
funcionamiento vital natural, por lo que debía reunir las siguientes
características:
Ser coherente.- Tener una meta, que en este caso es procurar el desarrollo
personal con salud y la revitalización.
Que tenga la probabilidad de certeza.- O sea que la persona que siga las
reglamentaciones de la “Disciplina”, efectivice su función vital y logre
optimizar sus vivencias afectivas, razonativas-intuitivas y psicomotrices; esto
redundará en una adaptación y supervivencia armónicas y coherentes, que le
permitirán disfrutar de la vida y gozar de salud[5]; se debe recalcar que los resultados
de la aplicación de la “Disciplina”, deberían teórica y prácticamente llevar a
hechos comparables, evaluables y verificables[6].
Aplicación práctica.- Se refiere a que la “Disciplina”
pueda servir en el desenvolvimiento vital personal y no quede como imaginación referencial
irrealizable, sin resultados en el desenvolvimiento vivencial del ser humano.
Para que un
conocimiento humano tenga una aplicación práctica real y efectiva, debe
someterse a un sistema de
verificabilidad, o sea, que la aplicación del conocimiento pueda ser
comprobada, enmarcada en parámetros de la realidad.
Sistemas de verificabilidad o comprobación
A través del
tiempo, el ser humano ha tenido varios sistemas de verificación de la realidad.
Uno de ellos es la creencia, que por
ser subjetiva es imposible que se someta a la valoración y comprobación de otros.
Otro método
de comprobación es la ciencia, que propugna
que se debe reproducir el fenómeno y demostrar que así se produjo. A pesar de
que este sistema es la base del gran desarrollo científico tecnológico actual, ha
sido cuestionado por varias personas versadas al respecto.
Así tenemos a
Kurt Gödel, que da el Teorema de la Incompletitud, el cual dice que con ningún
axioma científico matemático se llega a la realidad.
La
incompletitud de Gödel se puede entender como que cualquier sistema lógico
deductivo consistente y suficientemente expresivo, no es completo, tiene
“lagunas”, llenas de expresiones que no se pueden demostrar que sean ni
verdaderas ni falsas. Un ejemplo simple de esta incompletitud la tenemos cuando
dividimos diez para tres, el resultado será tres punto tres al infinito que no determina ninguna ley ni realidad.
Otra persona
que cuestiona el sistema de verificación o comprobación científica es
Heisenberg, que da el criterio que a nivel subatómico, no se puede, con certeza,
valorar la velocidad y la posición exacta de una subpartícula; esta consideración
se presenta en la Ley de Incertidumbre.
Por último,
hay el criterio que no se puede calcular el determinismo en el desorden o caos;
es lo que sucede con la vida del ser humano, que su muerte está determinada en el
tiempo, pero no se puede saber ni calcular cuándo, porque está inmerso en la entropía
(tendencia al desorden universal).
El sistema de
verificabilidad que utiliza la Disciplina Holosergética, es el de la evidencia vital, que es real, efectivo
y práctico, ya que se basa en las características esenciales de la vida como
son la adaptación y la supervivencia, que son reales.
[1] Resiliencia: En 1973 Holling define como la capacidad de un sistema
para poder integrar en su funcionamiento una perturbación, sin cambiar sin
embargo, la estructura cualitativa. En el aspecto físico, corresponde a la
resistencia de los materiales. En el aspecto biológico humano, es la capacidad
de reposición
de su
sistema, después de sufrir una injuria.
[2] Sinapsar: Capacidad de las neuronas de crear nuevas conexiones entre
sí; comportamiento neuronal básico para la función de plasticidad cerebral que
se refiere a la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y
funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a la diversidad del
entorno; se utiliza para referirse a los cambios que se dan a diferentes
niveles, en el sistema nervioso: estructuras moleculares, cambio en la
expresión genética y comportamiento.
[3] Correlación: Es el resultado de
la relación de dos fenómenos o circunstancias que dan un producto distinto a
las fuentes iniciales.
[4]
Entropía.- Segunda Ley de la
Termodinámica, que determina que todo en el Universo va al desorden.
[5] Salud.- Estado de bienestar físico,
psíquico y social y no solo la ausencia de enfermedad. Desde la orientación
holosergética, es un estado armónico dinámico físico, psíquico, social en
interrelación y correlación con el medio.
[6] En este caso se tomó como parámetro
de evaluación, comprobación y verificabilidad, la evidencia vital con índice de
efectividad, el cual se mide por el grado de cumplimiento de los objetivos.
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