“No hay nada más importante en la vida, que la vida misma.”
Dr. Fernando Guerrero Bermúdez
Es innegable la potencialidad que tiene la música y el sonido, de influenciar
en el ser humano, tanto en el área física como en la psicológica; numerosos
pensadores han corroborado con su criterio a este respecto. Así tenemos que para
Schopenauer la música era pura metafísica que revelaba un orden maravilloso,
bajo un aparente desorden. Shakespeare decía que “la música puede originar la
percepción de un silencio cada vez más elocuente y tan fascinador, en
ocasiones, que dulcifique al triste y al bueno lo incline hacia el mal”.
Debemos tomar en cuenta, que la música va más allá de la
simple percepción del sonido, estimulando la capacidad creativa del ser humano;
es el caso de Beethoven que compuso parte de su gran obra estando sordo.
La Musicoterapia Holosergética aprovecha la potencialidad del
sonido y de la música de influenciar en el ser humano, para coadyuvar en objetivos
terapéuticos y de su desarrollo, manteniendo, mejorando y restaurando el
funcionamiento físico, emocional, cognitivo y social de las personas. Utiliza
la música y los elementos musicales como son el sonido, el ritmo, la melodía y
la armonía, para facilitar y promover la comunicación, la relajación, el
aprendizaje, la motricidad, la expresión y la organización de objetivos
vivenciales, para satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales,
sociales y cognitivas de las personas.
La Musicoterapia Holosergética es una terapia energética
vibracional, que utiliza las ondas del sonido y de otras frecuencias, para armonizar
y equilibrar los sistemas energéticos distorsionados que se encuentran en el
vidagrama[1] de la persona
enferma y de esta manera lograr un buen funcionamiento orgánico-energético, de una
manera holística (total), y restablecer la salud de la persona.
Es oportuno que recordemos postulados científicos que avalan
la esencia energética vibracional de los seres humanos, como el dado por Albert
Einstein, que dice que toda materia es energía, expresado en la ecuación E=mc2;
esto nos permite comprender, como el ser humano puede ser considerado como un
sistema dinámico de energía. Con estos postulados, Einstein demostró científicamente, que la materia
y la energía son expresión dual de una misma sustancia universal; dicha
sustancia es la energía primaria o vibración de la que todos estamos formados.
Es a este nivel, en que la Musicoterapia Holosergética Vibracional actúa.
También debemos recordar el criterio de Stephen Hawking que
dice que “el Universo existe por el cumplimiento irrestricto de leyes físicas”
y el ser humano, al ser parte del Universo, también sigue dichas leyes. Por
eso, la Musicoterapia Holosergética se vale de las leyes físicas de la
vibración y la resonancia.
El uso terapéutico de los sonidos, sigue pautas definidas
que permiten encontrar ritmos vitales y realizar interacciones creativas en
grupo, poniendo énfasis en la creación de los sonidos armónicos vocálicos, ya
que el sonido más terapéutico que existe es la propia voz de la persona, pues
cada persona tiene su propio sonido resonador vital natural que activa las
zonas del cerebro, que solo su propia voz puede hacerlo. De tal manera que cada
persona puede lograr la auto armonización a través de la resonancia en su
cerebro, de sonidos que representan frecuencias únicas en cada ser humano.
La Musicoterapia Holosergética se puede aplicar de dos
formas:
a) De una manera activa, ya sea cuando se canta composiciones
musicales y se crea los sonidos armónicos vocálicos, también al bailar que
sintetiza la expresión musical y el movimiento; y, al interpretar obras
musicales tocando instrumentos.
b) De forma receptiva, cuando se emplean métodos de
relajación e imaginación guiada.
Con estos métodos de aplicación, podemos darnos una idea del
estado vivencial de la persona y poder orientar y planificar las sesiones de
Musicoterapia Holosergética.
[1] Vidagrama: Grabación en la memoria
autogénica, de la información física: somática-corporal (partícula) y funcional
(onda) de la vida humana.
Memoria
autogénica: es la memoria del ser gengrámico que es material genético,
energético que posee información dinámica adaptativa, evolutiva.