Desarrollo de la Cátedra Social de Comunicación en Salud del CIDEHUSH
En los tiempos actuales, los avances científicos,
principalmente en la medicina, la psicología y en la neurociencia, han
determinado el aumento de la esperanza de vida, por lo que ese gran grupo, que
antes se lo consideraba alejado del factor productivo tanto económico como
mental, hoy, en cualquier programa hay que tomarlo en cuenta ya que cada vez
más, se está convirtiendo en un determinante en el desarrollo de las
sociedades.
Para poder apreciar todos estos cambios, necesitamos tener el
criterio que el ser humano es una entidad biológica con características que le
distinguen, ya que es el único ser que puede entender que vive, o sea, vivencia
su realidad y, cada vez más, puede intervenir en su destino vital.
Hoy, con la pandemia, este gran grupo etario, se ha
convertido en un sector vulnerable de la sociedad, pero no deja de ser
trascendente el aporte que da en el factor económico y en su experiencia
laboral y sabiduría vital.
Como la comunicación en salud
es el estudio e investigación para aplicar con efectividad, estrategias en
comunicación para lograr precautelar la vida y la salud, hoy es un reto de
responsabilidad vital y social, el estructurar protocolos que permitan el
envejecimiento con buena calidad de vida.
En los tiempos actuales, la
calidad y expectativa de vida han mejorado debido a los avances científicos
tecnológicos.
Para la Organización Mundial
de la Salud (OMS) la calidad de vida implicaría la percepción que una persona tiene de su situación de vida en
relación con su contexto cultura, sistema de valores, sus objetivos,
aspiraciones y preocupaciones.
Esto nos demuestra que el concepto
de calidad de vida está en constante movimiento, ya que se ve involucrada con
aspectos socioeconómicos, culturales y psicológicos, lo que genera en el
individuo “valores positivos y negativos”.
El concepto de calidad de vida personal y social comprende
un estado de bienestar y armonía en los siguientes campos vivenciales:
Campo
Afectivo: Debe presentar un estado eutímico, ni angustiado ni
deprimido ni exaltado.
Campo
Razonativo-intuitivo: donde la facultad psíquica de razonar le permita llegar
a conclusiones válidas y tendientes a desarrollarse en la realidad.
Campo
Psicomotriz: Debe mantener una coherencia de movimiento autónomo
consciente.
Campo
Social y económico:
a) Habilidad social asertiva.
b) Tener la capacidad económica que le permitan acceso
a alimentación, vivienda, servicios básicos.
Campo
Mental: Debemos considerar un estado armónico mental que
permita tener una resiliencia biológica, psicológica, emocional, social y
formativa, para tener un buen desenvolvimiento de las habilidades sociales,
acorde con una resiliencia vital armónica y equilibrada.
Es importante considerar que
estos campos mencionados pueden tener una diversa influencia en factores
sociales, médicos y políticos y también en los ámbitos individuales y de
comunidades.
Como podemos comprender, la calidad de vida no es un proceso
simple, pues requiere de un análisis y reflexión minucioso, que nos permita
interpolar a la práctica.
La calidad de vida es el resultado de una interacción
constante entre los factores económicos, sociales, necesidades individuales,
libertad emocional, entorno ecológico, condiciones de salud – enfermedad ya sea
en forma individual o social.
Sabemos que para una buena
calidad de vida tanto material como espiritual (esencial), interviene el factor
económico, ya que de acuerdo a los ingresos personales se puede reflejar un
bienestar social; la cuestión que aquí aparece es que no todos tienen acceso a
bienes de diversa índole, pues la mayoría de la población no tiene lo básico en
su hogar; esperamos que se encuentre una distribución económica personal y
social, equitativa y justa.
Hoy en día, una mejor calidad de vida debería ser el objetivo
que persigan los países para tener ciudadanos más felices, con mayor bienestar
y satisfacción, teniendo como criterio principal el desarrollo humano con salud,
que es la orientación que sigue el CIDEHUSH.
Al empezar el siglo XX, la esperanza de vida era de 34 años.
De un modo muy rápido, en menos de un siglo, el aumento de la longevidad nos ha
llevado a las cifras actuales alrededor de los 75 a 80 años; edades que hace
relativamente poco tiempo se consideraban “avanzadas”, son hoy relativamente jóvenes.
Muchas personas mayores de sesenta y de sesenta y cinco años, se sienten
jóvenes, activos, con ganas y con ilusión de seguir aportando a la sociedad.
A medida que las personas viven más y se mantienen activas y
productivas, es normal que extiendan sus años de trabajo, esto trae como
consecuencia un aumento considerable del tiempo dedicado a la formación de las
personas mayores, que se ven obligadas a actualizar sus conocimientos para
mantenerse vigente en la actividad personal y social; por eso, el conocimiento
actual que deben recibir las personas de la edad madura, debe ser evolutivo y
de constante investigación; esta es la orientación y objeto de estas reuniones
reflexivas formativas.
Las personas mayores deben aprender a relacionar su estado
mental con la ocupación que desarrollan y disfrutar de los efectos positivos
que tiene la actividad laboral hecha con satisfacción. Sabemos que se perciben
mejor mentalmente las personas activas que las inactivas, aumenta su autoestima
y el bienestar subjetivo. Es necesario conocer las necesidades educativas
reales de este grupo de población de personas mayores, interesadas por trabajar
y diseñar programas con currículos y metodologías adecuados para satisfacer
estas necesidades. Los programas formativos que se diseñen para enseñar a las
personas mayores a emprender deben tener en cuenta, además de los aspectos
técnicos y económicos propios de la estrategia de emprendimiento, tanto los
beneficios que el emprendimiento aporta a las personas mayores, como las
barreras con las que se encuentran para su puesta en práctica, criterios que
han servido para que se cree el Aula Senior CIDEHUSH Ecuador, que sigue
orientaciones de la Asociación Internacional de Universidades de la Tercera
Edad (AIUTA).
Emprendimiento para
los mayores
Se define el emprendimiento como un proceso de innovación que
lleva a la creación de una nueva empresa a través de cuatro dimensiones:
personal, proceso de colaboración, organizativa y ambiental. El emprendimiento
implica que la persona o personas que participen en este proceso de creación de
empresas, deseen crear sus propias oportunidades mediante el empleo de procesos
innovadores con recursos limitados.
El emprendimiento referido a personas mayores, se considera
como la iniciativa empresarial expresada por algunas personas de 60 años o más,
para poner en marcha su propio negocio, que le permita enfrentar de manera
efectiva su proceso de envejecimiento, para mantener una buena calidad de vida.
Las personas mayores tienen ventajas para iniciar su
emprendimiento, así tienen desarrollo humano, social, experiencia y estabilidad
financiera, que les permite la puesta en marcha de proyectos emprendedores. El
capital humano y la experiencia adquirida durante años, hace que la puesta en
marcha de actividades emprendedoras sea más fácil y obtenga mejores resultados.
Debemos considerar, por otro lado, las desventajas que tienen
las personas de la edad madura para iniciar un emprendimiento como son, las barreras
de salud físicas y cognitivas que aumentan a medida que las personas envejecen,
y consecuentemente disminuye su interés y capacidad de emprendimiento.
La sociedad sigue teniendo una percepción negativa de las
personas mayores, se les considera menos flexibles, menos capaces de trabajar y
de hacer frente a las nuevas tecnologías. Esto puede ser un gran obstáculo para
la imagen y sostenibilidad de su empresa.
Muchas personas mayores se han pasado la vida trabajando en
un empleo remunerado y no son conscientes de los beneficios del autoempleo ni
han tenido acceso a una formación emprendedora.
Debemos considerar que bajo la responsabilidad vital y social
que tenemos, hay que tomar muy en cuenta, al grupo vulnerable de personas de la
edad madura, que cada vez es más numeroso. El objetivo es que puedan envejecer
con buena calidad de vida, al comprender que el factor más importante de
aprendizaje en cualquier edad, es el factor cognitivo mental por lo que,
debemos estructurar protocolos con conocimientos y reglamentaciones que eviten
el deterioro de las vivencias afectivas, razonativas-intuitivas y
psicomotrices.
Partimos de la idea de que no todas las personas mayores
quieren dejar de trabajar llegados a una edad, por lo que prefieren utilizar
toda su experiencia personal y profesional en nuevos retos. Es en estos casos
en los que el emprendimiento cobra una gran importancia y se manifiesta como
una opción viable para muchas personas mayores, que quieren seguir trabajando
después de su jubilación o prolongar su vida productiva.
El emprendimiento de las personas mayores aporta tanto
beneficios personales como sociales y económicos. Este tipo de iniciativas
empresariales, que ante todo crea nuevas oportunidades de empleo, incidirán en
el bienestar subjetivo de las personas mayores que las acometen, potenciando de
modo muy considerable el envejecimiento activo.
La comunicación en salud contribuye para que las personas de
la edad madura, aumenten su intención de estructurar una empresa, revitalizando
las funciones físicas, psíquicas y emocionales, a través de protocolos de
armonización vital holística holosergética, como es el caso de la creación de
Crónicas Reflexivas para la Salud (Vivenciagrafías), diagnósticas y
terapéuticas.
En la práctica, utilizaremos la orientación de la
Armonización Vital Holística Holosergética como la Musicoterapia y la Gimnástica
mente-cerebro que ya se ha puesto en práctica con resultados efectivos.
Dr. Fernando Guerrero Bz.
Presidente del CIDEHUSH
Presidente de la Comisión de Comunicación en Salud.